Traducción

jueves, 10 de diciembre de 2015

Las actitudes educativas y los trastornos psicológicos infantiles

Al analizar cualquier problemática infantil, el diálogo que el niño o niña establece con su entorno más inmediato es importante de considerar como algo fundamental ya que su influencia puede ser decisiva y condicionar un repertorio de conductas que reflejen dificultades y/o limitaciones en el desarrollo y adaptación social.

Para comprender lo significativo del malestar del infante, la dedicación de tiempo en  el diagnóstico es esencial 

El conocimiento de la psicología evoltiva, permite diferenciar las conductas patológicas de las simples variaciones del comportamiento con respecto a lo considerado como normal dentro del repertorio de conductas aceptados socialmente. El desarrollo neuronal, así como aquellos procesos mentales implicados en el análisis y entendimeinto del medio, no siempre es el mismo ya que varía en función  del grado de madurez y capacidad funcional del organismo.

Las demandas sociales actuales, llevan al adulto a unos niveles de exigencia personal, de capacidad de afrontamiento, que no siempre es fácil de conseguir. El progreso tecnológico, la aceleración histórica, las modas, la influencia de los medios de comunicación y redes sociales, la globalización económica, el consumismo...  Y, por otra parte, a nivel de contextos sociales más cercanos, la calidad de las instituciones educativas, y la propia familia, en su diversidad actual. 

 En relación al niño y su medio, los trastornos que podemos mencionar son:
  •  EL ABANDONO: Con todas sus formas y justificaciones. Ej. por el tema laboral o temporal por desplazamientos, pueden causar desde patologías madurativas graves hasta trastornos de conducta o del estado de ánimo (inhibiciones, retraimiento, reacciones histéricas...)
  • INESTABILIDAD FAMILIAR:  Continuas discusiones y peleas, separaciones, cambiios continuos de vivienda y escuela.. ,pueden llevar al desarrollo de una baja autoestima y miedos con probables conductas disruptivas. 
Ademas de estas incidencias, existen actitudes educativas familiares que por defecto o por exceso, pueden conducir a la definición de una personalidad cuyo repertorio de comportamiento sea complejo y difícil adaptación social:

- Rechazo materno/paterno hacia el niño claro o encubierto
- Sobreprotección
- Sobresatisfacción
- Perfeccionismo educativo
- Miedo a educar; a implicarse en el proceso educativo
- Falta de autoridad familiar

La persistencia de estas actitudes, sobre todo en los primeros años de vida, pueden facilitar el desarollo de personalidades dependientes emocionalmente, lábiles e inmaduras ( con una débil resistencia a las presiones sociales).

Desde el asesoramento e intervención psicoeducativa a la familia, el ejercicio de la función parental puede llegar a ser sencillo. Pide ayuda si lo necesitas.

Un abrazo